Poste y Gool

Manchester Se Impone Al PSG

Comenzó adormilado el City en París. Como si la ciudad de la luz desprendiese además un cloroformo solo apto para visitantes. El guion estaba claro, pero tardó mucho en cumplirse. Todos pensaban en un PSG contragolpeador y bien replegado ante el dominio territorial y de posesión de los de Guardiola. Las armas de unos y otros no dejan mucho lugar a otras interpretaciones. Pero, ni de lejos, fue así el primer tiempo.

Tras los típicos minutos de tanteo, los de Pochettino dominaron a su antojo a su rivalNeymar había avisado en el 2′ en un contragolpe de Mbappé, pero su tiro salió muy flojo a las manos de Ederson. Pasado el 10′, comenzó a recular el City obligado por un equipo que sintió lo que muchos sienten el día de cobro.

Los ataques del brasileño, del francés y de un excelso Di María eran compensados con un Verratti de sobresaliente. Pero es que el tridente metió en su área al equipo inglés, derrochando físico, calidad y ambición. Como el que cobra el día 1, sale esa noche, almuerza el 2 fuera y se va de compras el 3. 

En el 13′, la defensa visitante rechazó un taponazo desde la frontal de Florenzi, un lateral con espíritu de delantero. En ese córner, Neymar hizo sus diabluras en el área y sacó un tiro que salvó Ederson con una buena mano. De nuevo a la esquina y de nuevo fintas y amenazas de Ney en el área, aunque la zaga despejó el balón para respirar unos segundos. No más.

Di María volvió a la carga y provocó un córner que sería decisivo. Él mismo lo sacó y Marquinhos, libre de marca, llegó al primer palo para firmar el 1-0. Se habían jugado 15 minutos y el PSG vestía sus mejores galas sobre el verde del Parque de los Príncipes.

Pochettino no quiso mirar la cuenta y siguió tirando de tarjeta. Salvo una pequeña reacción aislada del City en un remate forzado de Bernardo Silva que sacó Keylor, los galos siguieron volcados en campo contrario. Di María cerró demasiado un córner que puso en apuros a Ederson y, acto seguido, Paredes remató solo en el primer palo para mandar fuera, cerca de la cruceta.

Superada la media hora, el City se estiró y Paredes salvó casi bajo palos un remate que se colaba en la meta de Keylor. Hasta entonces, era un muñeco en manos del PSG. Aunque siguiendo con el simil económico, quizás aprovechó para administrar su dinero para emplearlo cuando su rival estuviese totalmente ‘tieso’. Pero lo indudable es que el cuadro local estaba más cerca del 2-0 que del 1-1.

Dos malos controles penalizaron al PSG en la recta final del primer tiempo. Mbappé y Neymar tenían todo para matar en el área, pero no lograron hacerse con la bola y se fueron al limbo las ocasiones. Seguía el PSG tirando de chequera y sin miserias en su fútbol.

Antes del descanso, Foden perdonó una clara ocasión. Casi como un penalti en movimiento. Recibió solo en el área, pero finalizó muy mal con un disparo al centro que repelió Navas. Fue un claro aviso antes de que, en la reanudación, todo cambiara sobre el césped del templo parisino.

Cómo cambia el fútbol en 13 minutos

Todos pensaban en Sterling, Agüero o Gabriel Jesus para arreglar la mala primera parte del City. Todos menos Guardiola, que mantuvo su once sin ‘9’ puro y encontraría el premio en poco tiempo.

Tras un primer periodo de ‘delicatessen’ de Di María, internadas de Mbappé (aunque con poco éxito) y ‘cositas bonitas’ de Neymar, el sueldo se le acabó al PSG a mitad de mes. Y fue ahí cuando apareció el City, sin grandes fortunas, pero con un desahogo que le hizo forrarse en solo siete minutos.

Desde el arranque, los ingleses dieron el paso adelante y cumplieron, línea por línea, el guion que comentábamos al principio. De Bruyne se hizo con la pelota y el PSG se encerró. Cambió los caros restaurantes por el sofá, la manta y el Netflix de turno para resguardarse de la realidad.

Antes del empate, los de Pochettino dieron sus últimos paseos por campo contrario. Mbappé mareó a Rúben Dias pero no encontró rematador y Ederson, poco después, tuvo que salir de su área para cortarle un pase excelso al ‘7’ después de otra obra de arte de Di María. Parecían ser los últimos euros de la cuenta.

En el 61′, De Bruyne avisó de una chilena que se fue alta por poco. Y en el 64′, llegó el tanto. Precisamente fue el belga el autor, aunque fue una coproducción. Puso un centro de esos que odian los porteros. Nadie remató. Nadie despejó. Y el balón, casi sin intención de matar, acabó entrando por el segundo palo de Keylor. Pudo reaccionar antes el costarricense, aunque la presencia de varios rivales retrasó su decisión.

Le sentó de lujo el gol a los de Guardiola, que seguía confiando en su esquema inicial. Y fruto de ello llegó el 1-2. Una falta peligrosa en la frontal la convirtió en fatal la mala barrera del PSG. Paredes y Kimpembe se abrieron y justó por ahí mandó el esférico Mahrez. 1-2 y los locales, noqueados.

Por si fuera poco, en el 77′ se acabarían de redondear los minutos fatídicos para el PSG. Una dura entrada de Gueye al tobillo de Gündogan le costó la roja directa y complicó aún más el intento de maquillaje de su equipo.

Ahí se acabó el partido. Pep, que había metido antes del 1-2 a Zinchenko por Cancelo, no hizo más cambios. Pochettino, dos: entró Danilo tras la expulsión para parar una sangría que le podía haber dejado fuera también de la vuelta Ander Herrera, este en busca de un fútbol que perdió su equipo en el descanso.

Mahrez soltó un latigazo desde la frontal que le costó otro susto a los franceses y De Bruyne, otro con la zurda en la última ocasión del choque, una recta final que dejó a Neymar desesperado y desquiciado.

 Ambos se conformaron, a su manera, con el pitido final. Los ingleses, porque camuflaron su mala primera parte en unos pocos minutos. Y el PSG porque, después de todo, en Mánchester tiene opciones de darle la vuelta a la eliminatoria y lograr una paga extra que tape el agujero que le dejó el mes.

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