Poste y Gool

Sin Problemas

Las semifinales están un paso más cerca para un Real Madrid al que todo le volvió a salir bien en su competición. Los blancos dieron buena cuenta de un Liverpool sin alma, que cometió todos los pecados de aquel que siente que ya lo ha ganado todo. No le ocurrió lo mismo al conjunto ‘merengue’, triunfador por naturaleza y más en su competición predilecta, donde nunca se cansa de ganar.

El choque comenzó a definirse desde el calentamiento. Y no tanto por la elaboración del once de Zidane y Klopp como por las sensaciones de uno y otro. Siempre hay fe en el galo y solo se observaron críticas y miedos en el alemán. El técnico ‘red’ incluso se quejó por tener que jugar en Valdebebas un choque así antes del comienzo. Señales, en definitiva, pero que marcaron el choque.

El segundo de los errores lo cometió Klopp a la hora de plantear el encuentro. Thiago al banquillo y un centro del campo de destrucción que ni rompió juego ni presionó… ni nada. El alemán reconoció su error y rectificaría con un cambio antes del descanso tan significativo como fruto del calentón, pues llegó en el minuto 42.

Por parte blanca, un nuevo planteamiento impecable de Zidane. Ni la baja de Varane por COVID-19, que hubiera desestabilizado hasta al equipo más seguro en sí mismo, pudo con un conjunto que ha ido sobreponiéndose a las adversidades esta campaña. A pesar de que sobresalieron Vinicius y Kroos, destacó una vez más el rendimiento coral blanco.

1-0 y el Liverpool se desmorona

La primera parte del Liverpool fue una sombra de las que solía firmar el equipo ‘red’ cuando atemorizaba a Europa. Hasta en el 3-0 que se llevó del Camp Nou dio más sensación de peligro que en el Di Stéfano. 0 tiros a portería en toda la primera parte y nula sensación de peligro, mientras el Real Madrid se había instalado en un campo ‘red’ en el que vivía con gran comodidad.

Kroos y Vinicius dibujaron el 1-0, que continuó la reconciliación del brasileño con las altas esferas del fútbol. Control orientado tras pase milimétrico del alemán y golpeo bueno, de los de verdad, para superar a Alisson.

Salah, ante el Real Madrid

El tanto dejó atolondrado al Liverpool. Mientras Klopp se desgañitaba en la banda, las imprecisiones del centro del campo destapaban la endeblez de la zaga. Robertson y Kabak estuvieron discretos, pero Phillips y Alexander-Arnold firmaron un encuentro horrible. El lateral no solo se pasó el partido persiguiendo a Vinicius sin aportar nada en ataque, sino que fue un asistente de lujo de Asensio en el 2-0. Volvió a telegrafiar el pase a Vinicius Kroos y el despeje del lateral se convirtió en una asistencia al balear, quien picó por encima de Alisson antes de empujar a portería vacía en una acción que hubiera firmado el propio Messi.

Un miedo irreal

El choque estaba siendo tan sencillo que al Real Madrid le aparecieron los vértigos. Tras el descanso, los ‘reds’ parecieron despertar y, aunque lograron cosechar un gol como botín, todo fue un espejismo. El 2-1 de Salah, tras rechace a tiro de Jota, terminó siendo el único tiro de los ingleses en todo el partido.

El Real Madrid, en cambio, sí que regresó a la batalla tras el tanto de los de Klopp. Aunque la gasolina de Asensio empezaba a estar en la reserva. Eligió mal en un contragolpe tras saque de esquina en el que el equipo blanco llegó con tanta facilidad como si tuviera infantiles enfrente y luego se le escapó otra acción clara por un momento de duda en el área.

Algo más de fuelle le quedó a Vinicius, que confirmó que sigue tocado por una varita en Europa -ya fue clave ante el Atalanta- y remachó de primeras un pase en el área de un Modric que da asistencias hasta en los encuentros grises. Su gol fue letal para un Liverpool en el que a Klopp no le quedó otra que arriesgar en en busca de un segundo gol que nunca llegaría.

Los últimos minutos dibujaron a un Madrid soberbio y muy seguro de sí mismo, sabedor de que el 3-1 es oro para la vuelta. También a dos equipos cansados, que empiezan a pagar los esfuerzos de esta temporada de tan escasa preparación por la pandemia. Los ingleses, al menos, no tienen que sudar demasiado en la Premier, pero el Real Madrid, que viajará con buena renta en Champions y se siente cerca de las semifinales, antes tendrá que pegarse una buena paliza en un ‘Clásico’ que también es decisivo para el sueño de la Liga.

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