Una semana más, los Wolves demostraron que son uno de los equipos más en forma de la Premier League, esta vez al derrotar por 2-1 al Everton. Los ‘toffees’ están siendo víctimas de muy malas sensaciones después de tres derrotas consecutivas, aunque, en este envite, pelearon por empatar sobre la bocina.

Lo hicieron gracias a una diana de Iwobi que les dio esperanzas de cara al tramo final. No hubo tiempo para que el conjunto firmara unas tablas que habrían hecho de bálsamo para con la negativa trayectoria reciente, que ha supuesto la caída del grupo hacia la zona media de la tabla, de donde escapan los ‘lobos’.

El duelo era directo y de ahí la euforia de las gradas cuando los locales confirmaron su triunfo. Antes del pitido inicial, tenían un punto menos que los de Rafa Benítez; una vez concluido el enfrentamiento, estaban dos por encima y al borde de los primeros puestos que dan acceso a competiciones europeas.

Para hacer más alegre la celebración, Raúl Jiménez, que sigue avanzando después de superar aquella fractura de cráneo que condicionó su pasada temporada, marcó su gol 50 como futbolista de los Wolves. Fue el segundo del equipo. La lata la abrió Kilman en el 28′ merced a una asistencia de Aït-Nouri.