Ansu Fati reapareció y devolvió la sonrisa al Barça en apenas diez minutos. El canterano volvió a los terrenos de juego casi un año después del comienzo de su pesadilla y el equipo azulgrana machacó a un Levante que encajó la rabia de los de Koeman por los dos tropiezos seguidos en Liga.

El joven terminó de cambiar el chip de un conjunto que ya había mostrado propósito de enmienda de salida en el Camp Nou. No hubo esta vez un despiste en el coliseo azulgrana como el del Granada. El Barça tuvo un arranque serio y Memphis también tuvo voluntad de reparar el daño causado tras las dos ocasiones claras que se fueron al limbo en Cádiz.

Depay comandó el inicio de partido de un Barcelona sin Araujo y con Gavi y Nico como lugartenientes de Busquets en el centro del campo. El gran partido del de Los Palacios hizo que no se echara de menos en exceso a un Frenkie de Jong que pagó la penitencia de su polémica expulsión en el Nuevo Mirandilla.

Todos estuvieron enchufados en el Barça. Incluso Coutinho, otras veces apático, estuvo participativo y tuvo sacrificio defensivo en 45 minutos bastante redondos de los ‘culés’. Un partido en el que no estuvo Koeman por la sanción y que quizás liberó a un equipo demasiado atenazado en los últimos partidos por la polémica que ha rodeado al técnico.

De Memphis a Ansu

El 1-0 llegó pronto, después de una genialidad de Memphis. Se fue de dos, entró en el área y Radoja le hizo un penalti clarísimo que él mismo transformó. El Levante era un fantasma y acusó los 15 partidos que lleva sin ganar en los últimos meses.

Fue, probablemente, el peor partido firmado por Paco López ante los grandes, su especialidad desde que se hizo cargo de los ‘granotas’. El Levante no tiró prácticamente hasta los últimos diez minutos, cuando el Barça ya estaba en el estado de euforia que provocó el retorno de Ansu Fati.

Pero antes del regreso del canterano, el Barcelona vivió otra resurrección. Luuk de Jong se puso en sintonía con la afición e hizo el segundo en una acción que retrató a Mustafi y Postigo. Le hicieron un pasillo para que superara en el mano a mano a Aitor. El Barça se divertía y Memphis se aburría de que el meta del Levante evitara un auténtico recital suyo.



El segundo tiempo mostró un Barça mucho más controlero y con menos chispa. Aguantó mejor atrás el Levante, a pesar de que seguía dejando muchos espacios a la espalda de la defensa y de que era una máquina de perder balones. Los cambios tampoco mejoraron a los de Paco López, aunque daba la sensación de que los de Koeman tampoco querían hacer sangre y se conformaban con el 2-0.

Ni Morales, siempre agitador, espabiló a un Levante que terminó de claudicar en cuanto Ansu Fati volvió a pisar un terreno de juego. El nuevo ’10’ del Barça llevó el delirio al Camp Nou y confirmó que es el mejor heredero posible del antiguo dorsal de Leo Messi.

En poco más de diez minutos, le dio tiempo a buscar un tiro que salvó la zaga ‘granota’, a ser objeto de un penalti claro que Díaz de Mera no señaló y a marcar el 3-0 que tiró abajo el Camp Nou. El día que todos esperaban un regreso con calma y con el freno de mano echado de Ansu Fati, el delantero del Barça volvió como un torbellino para confirmarse como el hombre que necesitaba este equipo para cambiar el chip. El ’10’ azulgrana ya empieza a ser propiedad de Ansu Fati.