Tecatito fue titular y Héctor Herrera entró de cambio al 74, pero no lograron ayudar a sus equipos para reflejarlo en el marcador.

Duro tropiezo. El Atlético no pudo regalarle una victoria a unos aficionados que volvieron a escuchar el himno de la Liga de Campeones en el Wanda Metropolitano. El Porto fue un hueso duro de roer en un encuentro en el que los del Cholo no encontraron la respuesta en sus escasas ideas. 

El técnico argentino decidió dejar en el banquillo para esta ocasión a Antoine Griezmann, que fue pitado por un sector de la afición, y decidió recompensar a las figuras que lograron la remontada ante el Espanyol en el RCDE Stadium. Además, el Cholo sacrificó a Correa y también lo sacó de la alineación.

Se vio a un Atlético más estable, si bien se vio una primera parte en la que no llegó a dar síntomas de dominio hasta los últimos minutos. Luis Suárez fue el primero en avisar con un disparo al que respondió Diogo Costa con una buena estirada.

Simeone se desgañitaba parar corregir a sus jugadores al mismo tiempo que el Oporto buscó sus opciones en Taremi, Toni Martínez y Otávio. El VAR también hizo acto de presencia, aunque solo por pocos momentos y solo para revisar un posible penalti de Kondogbia a Sanusi, pero el centrocampista hizo un corte de lo más limpio.

Además, Simeone tuvo que hacer un cambio obligado, ya que Lemar sintió unas molestias en la pierna derecho y el argentino no se lo pensó dos veces ahora que ha recuperado una buena versión del francés después de muchas dosis de confianza. En su lugar puso a De Paul.

El Atlético apretó en la recta final del primer tiempo, Suárez no encontró portería en un libre directo y el Oporto tampoco inquietó a un concentrado Jan Oblak. Dejaron con ganas de más al respetable.

Y así se lo ofrecieron en el segundo baile. Eso sí, tuvo que pasar una hora de partido para ver algo más que un disparo a puerta entre ambos conjuntos. Ganas había, pero puntería no demasiada.

Poco a poco se fue calentando la cita. Otávio estrelló un balón al larguero, que se envenenó, y el Atlético tuvo el primer gran susto. Y no iba a ser el único. Mientras tanto, Simeone seguía volviéndose loco en el área técnica y pidió el apoyo a su afición.

Los ‘colchoneros’ respondieron con la mejor ocasión. La tuvo el revulsivo Correa con un disparo cruzado que desvió Diogo Costa. A Griezmann, que fue pitado por una parte de la afición, le pudo caer para empujarla, pero no era el día para semejante regalo. 

Dentro de lo malo, acabó siendo lo mejor. El Oporto se adelantó por medio de un gol de Taremi y se lo anularon porque al rematar, cayó al césped por un choque con Oblak y el balón le rebotó para darle en la mano. El VAR revisó la jugada y le acabó quitando lo que pudieron ser los tres puntos y la sorpresa para el Oporto.

Mbemba la tuvo y luego fue expulsado por derribar a Griezmann cuando se iba solo. En la falta, Suárez dejó el balón pegado en la red tras pasar por centímetros por encima del poste y con esa ocasión se esfumó el primer triunfo del Atlético en Champions. Las caras de los jugadores reflejaron la rabia, la impotencia y la importancia del empate, sobre todo porque el Milan cayó y pudieron ponerse con tres puntos más ante el rival más flojo sobre el papel. Toca remar.