El Atlético de Madrid es el ganador de la Primera División 2020-21. El conjunto ‘colchonero’ ha roto el duopolio Real Madrid-Barcelona y se ha alzado con el título con total merecimiento.

Después de dos jornadas de auténtico infarto, con remontadas a Osasuna y a Valladolid, el cuadro de Simeone pudo alzar el título de Liga, el undécimo de su historia.

Una primera vuelta de récord, con 48 puntos en 19 jornadas, dejó paso a una segunda titubeante pero en el que aguantó el ‘push’ final tanto de los blancos como de los azulgranas.

Han sido siete años sin conseguir el cetro liguero, un tiempo de barbecho que ha acabado y que encumbra a jugadores de la talla de Koke, Marcos Llorente o Ángel Correa.

Poco le ha importado al Atlético bajar el gran ritmo impuesto en el inicio de la competición. Y es que prácticamente nadie fue capaz de parar al conjunto de Diego Pablo Simeone, que por momentos desplegó el mejor juego ofensivo de su etapa en el conjunto ‘colchonero’.

Solamente la falta de gol en determinados tramos de la temporada. Se pasó del fútbol total a amarrar los resultados cortos. Funcionó finalmente el «partido a partido» del Cholo.

Eso sí, sus números son incontestables. Tercer mejor ataque de la competición y mejor defensa de los 20 equipos de Primera División, con Oblak, de nuevo, como ‘Zamora’.

La confirmación de Marcos Llorente

El partido en Anfield de la pasada temporada supuso un antes y un después en la carrera de Marcos Llorente. Desde ese partido, el ex del Real Madrid se convirtió en el alma del equipo.

Ha sido el multiusos de Simeone. Ha actuado en la defensa, como lateral y carrilero, en el centro del campo, como mediocentro o interior, y en la delantera, como segundo punta.

En sus 36 partidos disputados, Marcos Llorente ha sido el segundo máximo goleador de la plantilla, solo por detrás de Luis Suárez, y el máximo asistente de la escuadra ‘colchonera’.

Pero Llorente no ha sido el único importante en ataque. La brújula rojiblanca ha vuelto a ser Koke, el capitán. El hambre de Luis Suárez, en su primera temporada en el Wanda Metropolitano, o el oportunismo Correa, siempre en el sitio justo, han llevado al Atlético de Madrid a su undécimo título de Liga.

Un muro llamado Oblak

Si el ataque fue protagonista en el primer tramo de la temporada, la solvencia defensiva ha vuelto a ser el arma del Atlético de Madrid cuando la pelota no entraba en la portería rival.

Ahí aparece, irremediablemente, el nombre de Jan Oblak. El esloveno volvió a demostrar un año más que si no es el mejor cancerbero de la Liga, le queda muy poco para hacerlo.

Sus paradas han sido salvadoras en la campaña ‘colchonera’. Guardameta menos goleado de Primera División, fue clave el penalti detenido ante el Alavés o las intervenciones defensivas ante la Real Sociedad o el Barcelona.

Emerge también la figura de un Savic que se ha convertido en el terrateniente de la defensa. Ya sea con la zaga de tres centrales, o con el clásico 4-4-2, el Atlético se ha vuelto a apoyar en su fiabilidad para ganar un campeonato sufrido hasta el final.