Ole Gunnar Solskjaer pospuso los rumores sobre su continuidad con un triunfo heroico en Old Trafford ante el Atalanta de Gasperini. Los italianos se pusieron 0-2, pero se vinieron abajo en un segundo tiempo en el que fueron una sombra del conjunto aguerrido de la primera.

Todo cambió tras la salida del turco Demiral, jefe del primer tiempo en ambas áreas y autor del 0-2 con el que el equipo de Bérgamo soñaba con un triunfo en una plaza histórica al descanso.

El United hizo patentes en el terreno de juego sus dudas de salida. Los ‘red devils’ entregaron el balón a un valiente Atalanta y trataron de correr y explotar los contragolpes. Con espacios, Demiral se agigantó, mientras el Manchester United cada vez iba a menos, sobre todo tras el 0-1 de Pasalic.

La triangulación del primer tanto fue preciosa. Muriel para Ilicic, este para Zappacosta y su centro lo remachaba el ex del Elche Pasalic en el primer palo.

El 0-1 ya adivinó un cambio de decorado en el choque, con un Atalanta que empezó a defender más de la cuenta y más pronto de la cuenta. El 0-2 terminó de invitar a seguir este plan a los italianos y con Demiral en el campo lo cumplieron a la perfección, sin el turco ya no fue lo mismo.

El ex de la Juve había hecho el segundo gol del partido en un saque de esquina con un remate imperial. El United no se encontraba y Musso se crecía junto a su defensa. El meta evitó un par de goles claros en el primer tiempo y al menos dos más en el segundo, pero no pudo sostener ni un punto para los suyos ante el arreón final de los ‘red devils’.

La lesión de Demiral al filo del primer acto fue decisiva. Entró el jovencísimo Lovato y el Atalanta, muy metido atrás, echó en falta un líder en la defensa. Hasta tres amarillas claras vieron en dos minutos los de Bérgamo, totalmente sobrepasados por un United que, sin juego, se creció en el cuerpo a cuerpo.

El tempranero tanto de Rashford fue la gasolina que necesitó el equipo inglés para hacer prender Old Trafford. El delantero, negado durante todo el partido, definió con mucha clase tras un pase sideral de Bruno Fernandes.

El 2-2 se hizo esperar, a pesar de que McTominay lo tuvo en un centro de Greenwood en uno de tantos arreones de los locales. También pudo llegar el 1-3 que hubiera matado el choque en una doble acción solventada con maestría por De Gea ante Zapata y Malinovskiy. Y Bruno Fernandes y Cristiano veían cómo Musso seguía negándoles la épica en dos acercamientos incluso más claros.

El empate llegó cuando menos se esperaba y por quien menos se esperaba. Maguire, que subió a rematar un córner, cazó una segunda jugada para dar alas al United a un cuarto de hora del final. La gloria, como siempre en este tipo de partidos, estaba reservada a un Cristiano Ronaldo que logró el 3-2 definitivo a ocho minutos del final con un imperial cabezazo, marca de la casa.

La fiesta de Old Trafford deja un nuevo líder en el Grupo F y un herido en el orgullo Atalanta, que ya prepara la revancha en Italia. A los de Gasperini les ha pasado hasta el Villarreal en una noche que empezó prometiendo y terminó siendo aciaga.