Este muerto está muy vivo. Y tanto. Descartado por muchos hace algunas semanas, el Liverpool de Jürgen Klopp dio un golpe sobre la mesa en Old Trafford, derrotó a un Manchester United desconocido por momentos y metió el miedo a Leicester City y Chelsea, que ven al conjunto de Merseyside en la pelea para un tramo final de infarto.

El cuadro de Jürgen Klopp, que llegó al campo de una manera poco habitual para evitar incidentes, era el único que se jugaba algo sobre el césped. Cierto que el United tenía la oportunidad de golpear a uno de sus grandes rivales, pero la necesidad de buscar el triunfo para seguir aspirando a la Champions impulso a un cuadro ‘red’ que, pese a su ímpetu, se llevó un golpe inmerecido e inesperado.

En el primer acercamiento con cierto peligro, Bruno Fernandes, tras una combinación con Wan-Bissaka y la colaboración de Phillips, mandó el esférico al fondo de la red de Alisson para poner el 1-0. El Liverpool acusó el tanto y durante algunos minutos estuvo descolocado, pero pronto los pupilos de Klopp se repusieron.

Pese a ir por debajo, el seis veces campeón de Europa siguió buscando el tanto. Hasta un posible penalti que el VAR anuló no logró descentrar a un equipo que, con Diogo Jota al mando, encontró la recompensa del empate tras una definición de tacón en el área del luso.

Con 1-1 y el Liverpool empujando, el United aguantaba las oleadas ‘reds’, cada vez más fuertes, y parecía llegar con las tablas al descanso, pero en la última acción del primer tiempo la cabeza de Firmino apareció en el segundo palo para darle la vuelta a la tortilla.

Si el 1-2 justo antes del descanso fue todo un mazazo para el cuadro de Old Trafford, la reanudación dejó otro gancho a la mandíbula que a la postre fue definitivo. De nuevo fue Firmino el que golpeó, aunque esta vez aprovechó un error en el despeje de Henderson para poner el 1-3 en el electrónico.

El United ni estaba ni se le esperaba y el Liverpool amenazaba con golear en cada contra. La mejor ocasión para poner el 1-4 la tuvo Diogo Jota, que estrelló el balón contra la madera en un mano a mano ante Henderson. Esa acción, junto a la entrada de Greenwood por Fred, cambió el duelo.

Y es que el equipo de Solskjaer, sin nada que perder, comenzó a dominar y a generar dudas en su rival. Las mismas fueron en aumento con el 2-3 de Rashford en el minuto 68. Una diana que invitaba a pensar en un final apasionante, con el United buscando el empate y el Liverpool contando los minutos para el pitido final.

Con más corazón que elaboración, el cuadro mancuniano llevó la voz cantante y lo probó con todo para lograr el 3-3, pero los riesgos y los errores provocaron que lo que llegase fuera el 2-4 definitivo de Salah en el último minuto del tiempo reglamentario.

De esta manera, el Liverpool sumó tres puntos de oro que le siguen manteniendo con vida de cara a una recta final en la que el cuadro ‘red’, Chelsea y Leicester City pelearán por dos plazas de Champions League. ¿Quién se quedará fuera?