Derbi de alto voltaje el que se ha vivido este lunes en Ipurua para cerrar la jornada 32 de Primera División. Al final, la Real Sociedad se aprovechó de la quiebra deportiva que está sufriendo el Eibar, abocado casi inevitablemente al descenso a Segunda.

Porque realmente necesitó poco el equipo ‘txuri-urdin’ para pescar mucho en el estadio ‘armero’. Con un gol de Isak, aunque -eso sí- muchas ocasiones falladas para finiquitar el encuentro, los de Imanol Alguacil se llevaron tres puntos que el afianzan en el quinto puesto de la categoría.

El Eibar está en crisis. Tiene un problema de identidad encima monumental, y el descenso parece ser una realidad tras cinco derrotas consecutivas y una desventaja sobre la permanencia de siete puntos. La victoria, por ello, era esencial para seguir soñando, ya que le toca enfrentarse a Alavés y Getafe en los próximos, y ahí se jugaba mucho.

No obstante, el cuadro eibarrés ha perdido la confianza en sí mismo. No es un asunto tanto de nivel en la plantilla como de la dinámica, pues este 2021 está siendo para olvidar en el seno de Ipurua. Toda la frescura que ha demostrado el Eibar en otros momentos de sus años en Primera le falta ahora.

La Real Sociedad golpeó primero tras unos minutos iniciales donde parecía que el Eibar iba a llevar la voz cantante. Sin embargo, las dificultades defensivas de los locales fueron evidentes e Isak destrozó a la zaga de Mendilibar a la contra. Dmitrovic salvó los muebles hasta el 26′, cuando ya no pudo evitar el tanto del ariete sueco, que aprovechó una buena asistencia de cabeza de Le Normand. El VAR lo revisó por posible fuera de juego, pero era completamente legal.

A partir de ahí, los planes del Eibar cambiaron por completo, aunque, en lo que quedaba de primera parte, el equipo se mostró indeciso, nervioso y demasiado errático. Además, Bryan Gil no tuvo su día a la hora de buscar el uno contra uno y Kike García estuvo predicando solo en el desierto durante algunos momentos.

Tras el descanso, el Eibar ganó seguridad e hizo de la necesidad virtud para dominar el juego en el segundo tiempo. Solo a la contra pudo salir una Real Sociedad que cedió demasiado control. De no ser por Remiro, el resultado podría haber sido otro, especialmente en algunos disparos ‘armeros’ del tramo final del choque.

En el minuto 76, triple ocasión que entre Muto, recién entrado, y Bryan Gil no lograron aprovechar. El Eibar nadó, pero murió en la orilla por culpa de una estirada monumental de Remiro al golpeo de Arbilla de falta directa. Mejoró su cara el cuadro eibarrés, pero le sigue sin dar para ganar. Y el descenso coge más peso. La Real Sociedad da un paso de gigante por el quinto puesto.