Messi fue lo único salvable de un domingo negro para el Paris Saint-Germain. El Rennes le sacó de sus casillas, lo dejó ‘k.o.’ y se llevó un triunfo más que merecido con dos goles en momentos clave, antes del descanso y nada más comenzar el segundo tiempo.

El astro rosarino partió en la mediapunta. Fue el cerebro del equipo de Pochettino y, en cuanto el PSG cogió las riendas, empezó a entrar mucho más en acción. Movió a los suyos y asistió en varias ocasiones muy importantes de gol, pero los de arriba no estuvieron bien.

Incluso se estrelló con el larguero en una falta botada de manera excelente. El cuadro parisino cantaba el gol, pero la fortuna le dio la espalda. El Rennes aguantó la tormenta y golpeó al filo del descanso para premiar a su afición, que estaba entregada.

Ni Neymar ni Mbappé estuvieron a la altura. El brasileño únicamente gozó de una buena oportunidad en la primera parte, un disparo que mandó a las nubes. Luego desapareció y, de hecho, se marchó con cara larga del césped cuando fue sustituido en el segundo tiempo.

Por su parte, Kylian Mbappé participó algo más, pero estuvo desacertado siempre. Tuvo varios disparos dentro del área que, sorprendentemente, fallóy se acabó llevando una amarilla desquiciado en la presión. Está siendo de sus peores inicios de una temporada.

Aunque no solo el ataque fue un caos, también la defensa. Marquinhos se perdió, Achraf participó en ataque pero no lo hizo bien atrás y Nuno Mendes cedió en la marca durante la acción del 1-0. Error tras error para el primer descalabro del gigante de Europa.