Acarició la revancha, pero se llevó nuevos mazazos. Ese es el resumen del derbi vasco que este miércoles dejó escapar el Athletic de Marcelino en el último suspiro. El gol de Asier Villalibre parecía recompensar a un cuadro de Bilbao que, tras perder hace unos días en La Cartuja ante la Real, sufrió las lesiones de Yeray y Yuri, pero un error de Unai Simón en el último suspiro dio el empate a una Real Sociedad que vive ahora en una balsa de aceite.

Como necesitado de lavar algo su imagen de la final de Copa, el Athletic salió con ganas de dominar el encuentro y los primeros minutos fueron de claro color rojiblanco. La Real, desubicada, veía a su rival controlar el juego, pero no sufría en exceso.

Esa fue la tónica, también a la inversa, de una primera parte en la que ambos equipos no tuvieron ninguna mordiente. De hecho, a lo largo de los 45 minutos de la primera parte, las lesiones fueron las que acapararon el protagonismo, con Yeray y Aihen teniendo que abandonar el encuentro por problemas físicos.

Con el paso de los minutos, los pupilos de Imanol Alguacil fueron poco a poco teniendo cada vez más presencia, pero el equipo de San Sebastián solo tuvo un intento más o menos claro en un disparo de Monreal al filo del descanso que se marchó por encima de la meta de Unai Simón.

Tras la reanudación, los problemas físicos siguieron siendo protagonistas, pues Yuri tuvo que retirarse del partido tras notar en el minuto 48 un problema muscular en la parte posterior de su muslo derecho. Todo un contratiempo con la final de Copa del Rey ante el Barça en unos días.

El guion fue similar al inicio del choque, con el Athletic tratando de dominar el balón en los primeros compases, pero en esta ocasión la Real se adueñó del partido más rápidamente, especialmente a partir de la entrada de Januzaj al campo en el 62′.

El belga revolucionó el choque e inclinó el camp a favor de una Real Sociedad que, en los últimos 20 minutos, fue la clara dominadora ante un Athletic que sobrevivía y solo avisaba mediante las eternas galopadas del incansable Iñaki Williams,

Cuando el 1-0 parecía más cercano, con Portu gozando de una magnífica oportunidad, el Athletic dio un golpe directo a la mandíbula de su rival. En el minuto 84, un centro desde la izquierda encontró la cabeza de Villalibre (suplente de inicio), que puso el 0-1 y dejaba el partido más que encarrilado.

El gol no desmoralizó a una Real Sociedad que, si nada que perder, se volcó en busca de un empate que llegó de una manera inesperada. En un centro chut desde la banda derecha, Roberto López se convertiría en el gran héroe donostiarra al marcar el tanto de la igualada tras una terrible cantada de Unai Simón (89′), que se confió al creer que el esférico iba fuera.

El error del portero del Athletic fue el punto final a un derbi con algo más de fútbol que la final de Copa y que dejó más satisfecha a la Real (que se coloca en la quinta plaza) que a un Athletic al que, con las plazas europeas muy lejos, solo le queda un partido hasta final de curso: su otra final contra el Barça.