Después de sufrir de lo lindo en el Coliseum, el Real Madrid picó billete en Cádiz con un triunfo mucho menos sudado de lo esperado. La victoria da alas a los blancos en el campeonato y además la logró Zidane sin exprimir en exceso a los suyos. Todo se decidió muy pronto y el galo pudo refrescar a la plantilla con vistas al Betis y al Chelsea.

La efervescencia de los alrededores del Carranza, con una congregación indigna de una pandemia, no se trasladó a los jugadores del equipo local. El Cádiz sabe cuál es su papel y su plan en esta Liga y lo llevó a cabo a la perfección, pero esta vez no le dio para repetir la sorpresa de la primera vuelta.

En Valdebebas, aprovechó las dudas de un Madrid muy disperso y que acumuló pinchazo tras pinchazo en el comienzo liguero, pero las cosas son muy distintas para los blancos cuando los títulos están en juego. Se notó en un equipo blanco que sacó una alineación de circunstancias, aunque no se notó.

Hasta que Benzema quiso

El Cádiz vivió en los primeros minutos de la calidad de Negredo, que lo era todo en ataque. Por el veterano punta parece que no pasan los años. Descargaba y hacía jugar a Salvi y a Jairo, mientras el Madrid mandaba sin demasiada profundidad o interés a la espera de su oportunidad.

En el choque ocurrió lo que suele pasar cuando no hay mucho fútbol. Que llega la polémica. Jairo se quedó a centímetros del penalti por un agarrón a Rodrygo demasiado flojo para Mateu Lahoz. Aunque evidente. Pero el colegiado, si bien no vio el pisotón de Iza a Vinicius, no dudó cuando le llamaron de la Sala VOR. Por fin un penalti para el Madrid, que se había hasta olvidado de lo que era disponer de uno. Benzema, pese al acierto de Ledesma, puso en ventaja a los de Zidane mediada la primera parte.

El francés dio una exhibición en un abrir y cerrar de ojos, siempre con Iza como protagonista involuntario. El lateral pisó sin querer a Vini en el penalti y luego se durmió en un balón que demandaba un despeje y que Marcelo, mucho más desahogado sin tener que defender y con tres defensas a su espalda, le dio a Benzema. La calidad de Karim hizo el resto: centró al segundo palo y Odriozola, otro que jugó mucho menos exigido, cabeceó por debajo de las piernas de Ledesma para el 0-2.

Benzema estaba ‘on fire’ e hizo sangre de un Cádiz que no está acostumbrado a remar desde atrás. Le sirvió en bandeja a Casemiro el 0-3, pero el brasileño no precisó, así que decidió intervenir en primera persona. El brasileño y el galo intercambiaron los papeles después de un error impropio de Fali. Centró Casemiro y cabeceó Benzema en el área pequeña, de nuevo con Iza muy flojo en la marca.

0-3 al descanso, otro partido en unos días y la Champions a la vuelta de la esquina. Poco iba a pasar en la segunda parte, y el Cádiz, con un cuádruple cambio ‘a la americana’, lo confirmó. Le pusieron fe los de Álvaro Cervera, aunque ya más con el partido ante el Valladolid en la cabeza que otra cosa.

Tampoco aprovechó mucho más el partido el Real Madrid, aunque sí Zidane para rotar a varios de sus hombres intocables. Volvió Carvajal, gran noticia de la segunda mitad, pero ni él ni Asensio, Isco, Mariano o el joven Miguel Gutiérrez tuvieron mucha presencia en el choque que se jugó a bajas revoluciones y con el Cádiz buscando un gol del honor que nunca estuvo cerca. Una fecha menos para ambos y los objetivos intactos, sobre todo para los blancos, que duermen líderes.